Introducción El salto con pértiga es una prueba del actual atletismo que tiene por objetivo superar una barra transversal situada a gran altura con ayuda de una pértiga flexible. Esta pértiga tiene normalmente de 4 a 5 metros de longitud y suele ser de fibra de vidrio y carbono, materiales que reemplazaron al bambú y al metal en la década de 1960 de manera consecutiva. Esta prueba, que requiere una buena velocidad de carrera, músculos fuertes en la espalda y una gran habilidad gimnástica, figura en el programa de atletismo en los Juegos Olímpicos desde su primera edición de Atenas 1896, en lo que respecta a la categoría masculina. La categoría femenina no debutó hasta la edición de Sídney 2000.
Primeramente vamos a tratar de entender, dentro de la prueba en sí, la importancia que tiene la acción de los brazos en la fase de batida y la primera parte del vuelo.
Fase de
batida
Debido a las propiedades elásticas de la pértiga, en la batida se dan dos
objetivos: a) incrementar el tiempo del último apoyo para resistir la fuerza de
reacción de la pértiga y b) incrementar el ángulo de la pértiga con la
horizontal. Esto último se logra con una elevación del brazo dominante, el
brazo superior. Además, se debe conseguir trasferir la mayor cantidad de energía
acumulada durante la carrera.
El
posicionamiento del pie de batida se realiza en la perpendicular del agarre de
la mano superior en el momento del contacto o ligeramente retrasado. La
distancia entre el pie de batida y el cajetín oscila entre 3.78 m hasta
4.10-4.20 m. La pérdida de velocidad horizontal en este apoyo puede oscilar
entre 0.5 m/s hasta algo más de 1 m/s. Los principales factores que influyen en
esta pérdida de velocidad son la necesidad de transformar la energía de carrera
y el impacto de la punta de la pértiga en el cajetín.
Durante
la batida, la forma en la que actúan los brazos es opuesta, es decir, el brazo
superior ejerce presión sobre la pértiga hacia delante hacia abajo, mientras
que el brazo inferior ejerce presión hacia delante y hacia arriba.
Fase de
vuelo Tras
el despegue y el agrupamiento, la pértiga alcanza su mayor doblaje entre
1.5-1.6 m de su longitud total, lo que supone un 20.9-18.3% de acortamiento. La
velocidad horizontal y vertical del CM, que durante la batida se encontraban
dispares, se igualan cuando el saltador se encuentra agrupado con la espalda
paralela al suelo (máximo doblamiento de la pértiga). A partir de este momento,
la velocidad vertical se incrementa hasta alcanzar la posición de inversión “I”.
En la posición de “I”, a diferencia de las de “J” y “L”, la cantidad de velocidad vertical es la máxima
de todo el movimiento. La fase sobre la pértiga representa el 63-71% del total
de la altura de salto. Esta acción supone una duración de 1.18-1.52 s. Para que
el saltador aproveche al máximo el impulso de la pértiga, este debería situarse
por encima de la misma al final del tirón-empuje, antes de la suelta. La
diferencia entre la altura del agarre y la máxima altura del CM, menos 20 cm de
la caja (índice de eficacia) en hombres entre 0.80-1 m hasta 1.37 m y en
mujeres entre 0.15 y 0.55. En saltadores nacionales de 0.35-0.50 m. Durante la
fase de paso del listón, la cantidad de velocidad vertical del CM es nula o
próxima a cero. La altura máxima del CM se fija entre 5.25-5.54 m y 5.66-5.91 m.
El
primer atleta que intenta pasar la prueba es de Alemania y se llama Holzdeppe.
Tras realizar la fase de carrera observamos que el atleta encuentra
dificultades después de la batida, debidas a la mala coordinación entre los
brazos y las piernas, principalmente a la hora de llevar las piernas hacia el listón.
Dado a que realizo tarde la transferencia de energía de la carrera hacia la del
vuelo, el atleta no pudo pasar la prueba.
El
siguiente atleta se llama Jie Yao y es de China. En este caso, después de la
carrera el atleta tampoco pudo realizar una buena coordinación en cuanto a los
brazos y las piernas, porque tras la fase batida, observamos que tiene un
desequilibrio a la hora de llevar las piernas hacia el listón y le cuesta
ponerse en forma de “I”. Debido a este fallo, el atleta no consiguió pasar la
prueba.
El
tercer atleta es Piotr Lisek y representa Polonia. Después de la fase de
carrera, aunque el atleta ha realizado una buena coordinación entre los brazos
y las piernas tras la batida, pues ha encontrado problemas a la hora de estirar
las piernas hacia el listón. Dado a este pequeño inconveniente, el atleta no pudo
obtener un resultado favorable.
El
cuarto atleta es de Suecia y se llama Armand Duplantis. Este atleta consiguió realizar
una buena transferencia después de la fase de carrera y una buena coordinación entre
los brazos y las piernas, pero después de enrollarse y estirar las piernas en
forma de “I” hacia el listón, ha encontrado dificultades a la hora de obtener
la máxima altura necesaria y por eso ha fallado la prueba.
El
quinto atleta es de Canadá y se llama Shawnacy Barber. En su caso, el atleta
canadiense ha realizado una buena coordinación entre los brazos y las piernas después
de la fase de batida, lo que le ha favorecido a la hora de estirarse el cuerpo
por completo y así pudo alcanzar la altura necesaria para pasar el listón con éxito.
Le
sigue el polaco Piotr Lisek, que esta vez consigue realizar una buena coordinación
entre los brazos y las piernas después de la fase de batida, lo que le favoreció
a la hora de formar la letra “I” con más fluidez y de esta manera pudo superar la
prueba.
Conclusiones: Después de analizar las técnicas de los atletas en el salto con pértiga, he llegado a la conclusión que la acción de brazos y una buena coordinación entre la fase de batida y la fase de vuelo es una cuestión clave y favorece los atletas a la hora de alcanzar la máxima altura necesaria para superar la prueba. Sin embargo no es muy fácil encontrar la manera de hacerlo con mucha fluidez y por eso la mayoría de los atletas analizados no han podido pasar el listón sin problemas.
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